A veces las cosas pasan y no sabemos bien por
qué. Esto es lo que nos fortalece y nos da el aliento para seguir intentando
lograr objetivos, objetivos que damos por perdidos pero, ¿acaso no podemos
estar equivocados y no darnos cuenta que eso que buscamos está ahí delante de
nosotros? En esta vida no hay nada imposible, o al menos eso es lo que decían
los sabios e historiadores antiguos… Hay que perseguir los sueños porque sólo
así podremos lograr eso que tanto ansiamos.
También es cierto que no todo es tan fácil
como lo pintan, que en nuestro camino hacia los objetivos hay obstáculos que
tenemos que superar, y si tropezamos nos volvemos a levantar y seguimos
intentándolo (de los errores se aprende, ¿no?)
En esa búsqueda nunca debemos olvidar nuestra
esencia, quiénes somos, porque si eso sucede no volveremos a ser nosotros,
seríamos otras personas en nuestro cuerpo y nuestros familiares y amigos no nos
reconocerían y nos darían de lado, pudiendo quedar así solos…
Lo que no te mata te hace más fuerte. Siempre podemos enfrentarnos a todo aquello a lo que tenemos miedo, ésa es la única forma de vencer el pánico a lo que tememos desde pequeños.