jueves, 25 de junio de 2020

Me cansé...

De ser la buena.

De ser la última opción.

De los juegos.

De las mentiras evidentes.

De la falsedad.

Uno no puede permitir que lo menosprecien, nadie se lo merece; nadie es mejor que nadie. Una persona debe quererse más a sí misma, aunque ello implique perder muchas cosas, pues perdiendo también se gana. Se gana confianza en uno mismo, se gana el amor y el cariño de quienes de verdad merecen la pena, pero sobre todo, se gana la verdad.

domingo, 22 de octubre de 2017

#laúltimaentrada, la más especial

Debería conseguir esa última entrada para ir al Circuit a vivir la última prueba del mundial porque para mí el Circuit es el lugar más especial.











La primera vez que fui a un Gran Premio del Mundial de Motociclismo fue al Circuit Ricardo Tormo, al circuito “de casa” (como diría una buena valenciana como yo), y nunca podré olvidar todo lo que sentí. Fue un cúmulo de emociones, sentimientos a flor de piel, nervios, conocer gente maravillosa que me ha dado este mundillo…




He estado en el Circuito de Jerez, también en el Circuit de Montmeló, pero MI CITA, esa a la que nunca falto, es cada año en noviembre. El Circuit Ricardo Tormo tiene algo místico, es como una fuerza magnética que me atrae cada año hacia él. El Circuit marcó mi corazón desde el primer día que lo pisé, un 07 de noviembre de 2013, cuando pisé un pitlane por primera vez, en el bonito pitwalk que te permite ver más de cerca a tus ídolos y al resto de pilotos, que hacen todo lo posible por atendernos a todos los aficionados, y cada año lo sigue haciendo con su magia.











También es especial porque allí, el 08 de noviembre de 2015, vi a mi ídolo, Jorge Lorenzo, ganar su quinto mundial, el tercero en la categoría reina, y yo era el primero que le veía conseguir en directo. Creo que nunca había sufrido tanto por una carrera como por esa.



Quizá sea ese el motivo por el cual no fallo a mi cita desde 2013 y por el cual me merezco esa última entrada; el ambiente, el olor a gasolina, el magnetismo y esa aura de misterio que tiene el Circuit no es fácil de explicar. Es precisamente ese misticismo el que lo convierte en un lugar de peregrinación, en una especie de santuario donde corren dioses sobre la moto y todos los años los aficionados al motor peregrinamos hasta él, hasta esa cuna de las motos para presenciar otro milagro.

Como decimos los valencianos: és una sensació d’aborronament, no es pot explicar amb paraules, s’ha de sentir en el cor, s’ha de viure.


Jerez 2016 fue también uno de mis mejores grandes premios, un fin de semana inolvidable, y me gustaría poder repetirlo en la última carrera de 2017 https://vimeo.com/164597784.




@marypondio

viernes, 10 de junio de 2016

Hasta siempre, Mexicano

No me decidía a escribir estas líneas, pero creo que es el mejor modo de asimilarlo todo definitivamente.

Cada persona tiene sus preferencias, pero en estos casos no hay colores, una pérdida siempre entristece y une más a la gente. Sabía que este año sería el primero desde 2014 que no iría a Montmeló, porque al adelantar la primera etapa del Mundial de Motociclismo una semana, me coincidía con exámenes.

El viernes 3 de junio en sí, desde por la mañana, fue duro, porque nada más salí del examen oral del B1 de inglés en la EOI de Benidorm, mi padre me estaba esperando para irnos a Valencia porque el único examen que me quedaba para terminar la carrera era esa misma tarde. Ese día solo vi los primeros entrenos libres de Moto3, y porque fueron antes de salir de casa. Se puede decir que seguía el resto de los entrenos por la mañana vía twitter y lo que iban comentando por WhatsApp.

Cuando llegué a Valencia, solo tuve tiempo de comer, y luego me fui pitando a por el bus para ir a la facultad a hacer ese último examen de la carrera. No vi el móvil hasta las 17:00, que hicimos una pausa tras las dos primeras horas de examen; ahí me enteré del accidente de Luis Salom, pero no pude leer nada porque quería intentar centrarme en la otra mitad del examen, y volvimos a entrar para continuar. No hacía más que desear que no fuese nada grave y, al salir del examen sobre las 19:20, en cuanto abrí WhatsApp no lo podía creer (o no quería creerlo). Me quedé paralizada, pálida, y no tenía ni fuerza para bajar los cuatro pisos que quedaban hasta salir a la calle. Durante todo el trayecto de vuelta a casa intenté asimilarlo, pero me parecía tan raro que no podía. No tenía expresión. Nada más vi a mi madre se lo dije, ella también se entristeció.

Yo no podía entrar en redes sociales, no tenía fuerzas para leer nada. Vi el momento en que en Movistar daban la noticia, y el vídeo que le hicieron a Luis y ahí no pude más… es tan injusto que un muchacho de 24 años perdiera la vida así, haciendo lo que más quería… Fui a descansar para estar bien al día siguiente, que tenía otro examen, pero estuve desde que me levanté y todo el día dándole vueltas en la cabeza a lo corta (y a veces injusta) que es la vida… Y ese día tampoco pude ver nada.

El domingo de carreras fue duro, muy duro. Ya de vuelta en Altea, estábamos mi madre y yo viendo el previo, y ver en el minuto de silencio a todo el equipo y a todos los que forman parte del mundial, destrozados, nos partió el alma. Ver que estuvo presente en cada podio, en cada victoria y en cada uno de sus compañeros, hizo que no notásemos tanto su ausencia en la carrera de Moto2. Ver todos los gestos, los actos, ver que el motociclismo en estos casos no entiende de colores, nos puso las emociones a flor de piel. Ese día no importaba nada, todos pensaban en él y en hacerlo lo mejor posible por él.

Tuve la suerte de ver a Luis en cada GP al que he ido, desde Cheste 2013, cuando se jugaba el mundial de Moto3, y hasta Jerez de este año. Siempre con su sonrisa y tan cercano a la gente. Ahora puedo decir que, aunque me entristece no haber podido ir a Montmeló, creo que también tuve suerte, pues si ya desde casa fue duro vivirlo, creo que allí no hubiese podido, porque para una persona a la que le entusiasma este mundo del motociclismo, una noticia así le cae como un jarro de agua fría.




Siempre te recordaremos, siempre estarás presente en cada gran premio, siempre estarás cuidando de todos ellos. Allá donde estés, cabalga siempre, Mexicano.

sábado, 28 de mayo de 2016

Tópicos

De niños nos han enseñado unos principios: no solo nos enseñan a distinguir lo que está bien y lo que está mal, nos han enseñado que debemos comportarnos, seguir ciertos estereotipos (“por nuestro bien”, nos decían). Y pienso que lo que hacían era moldearnos a su antojo, haciéndonos creer lo que es “correcto” para ellos.

Luego, cuando crecemos, nos damos cuenta de que podemos tomar nuestras propias decisiones, decidir qué hacer y qué no. Salimos de esa burbuja en la que nos metieron y empezamos de nuevo nuestro propio camino, con nuestros ideales, sí, pero también tomamos algunas de las cosas que nos inculcaron. Filtramos lo que queremos, lo que creemos que es “correcto” (quizá por eso nos dicen que la adolescencia es la peor etapa, porque somos rebeldes).

Cuando maduramos, todavía no somos capaces de distinguir lo “correcto”, porque es imposible que todos pensemos del mismo modo, pero seguimos cada uno aferrándonos a nuestros ideales. En cierto modo, este proceso es una espiral, un círculo, el pez que se muerde la cola, llamémoslo ‘X’. Pues siempre volvemos a caer en aquello que evitamos, en lo que nos hicieron a nosotros: constantemente estamos pendientes de convencer a todo el mundo con lo que creemos “correcto”, aun sabiendo que cada uno tiene su opinión y sus principios.

Llegados a este punto, ¿de verdad estamos siempre en lo cierto? ¿Qué es eso que llamamos “correcto”? ¿Acaso no será simplemente un tópico? Todos tenemos nuestra propia opinión, de modo que siempre será imposible convencer a alguien que piensa en otras cosas.

viernes, 27 de mayo de 2016

¿Qué significa para mí el 110?

Para mí 110 son las sensaciones que vivo cuando disfruto de un Gran Premio en directo. 110 son las lágrimas que se me escapan de alegría cuando mi piloto termina la carrera o de tristeza si no la termina. 110 son las palabras que quiero decir a la hora de explicar lo que me produce una carrera y que no me salen porque no hay palabras que lo describan. 110 son los 'microinfartos' que me dan en cada carrera porque nunca se sabe qué va a pasar, son impredecibles. 110 emociones a flor de piel esperando que llegue cada Gran Premio al que sé que voy a ir. Más de 110 son los Grandes Premios a los que espero poder asistir y disfrutar con mis amigas.

@marypondio

martes, 27 de agosto de 2013

Aquellas pequeñas cosas...



En esta vida, los mínimos detalles, las cosas más pequeñas, a las que menos importancia damos, son los que de verdad merecen la pena. Un saludo, una mirada, una palabra, una sonrisa... depende de las personas que vengan las valoramos o menospreciamos, sin pararnos a pensar que es un gesto bonito. Es como esa piedra, que por más pequeña que sea no deja de ser curioso que esa piedra tan pequeñita tenga forma de corazón. Mi primera reacción fue tirarla fuera de la toalla, pero después me fijé en su forma y me pareció bonita y curiosa...

martes, 9 de julio de 2013

23 de Junio

Para empezar, esta entrada la tenía que haber hecho el día que pertocaba, es decir, el 23 de junio, pero llevé un día bastante ajetreado...

Domingo, 23 de Junio de 1991. 21:00

Ese día a esa hora nacía yo, y no sé si por haber nacido en domingo y de noche me gusta dormir y salir de fiesta... todo es posible, ¿no?

Parece que fue ayer, y hace a penas dos semanas y dos días cumplí los 22... no sé en qué momento pasó tan rápido el tiempo, pero lo que sí sé es que año tras año, a medida que he ido creciendo, cada ve me gusta menos cumplir años, pero la compañía es lo que cuenta. Haberlo pasado en casa, habiendo salido viernes y sábado, y con dos exámenes detrás (uno el 25 y otro el 28) me decían loca, pero yo sabía que iba a sacar esas asignaturas y poder disfrutar con los míos.

Lo que fue diferente fue no pasarlo en la playa, la noche de San Juan, como lo llevaba haciendo desde los 15 o 16, no lo recuerdo bien, pero ese sacrificio valió la pena, y sé que el año que viene sí que podrá ser así porque voy a hacer lo imposible. Pese a todo, pasé un bue fin de semana con amigos y familia, y así da gusto cumplir años.